Cómo usar una brújula y orientarte
Aunque en la actualidad, con los dispositivos móviles, disponemos de mapas y brújulas vía aplicaciones, nunca está de mal saber usar una brújula. Más aún si nos disponemos a aventurarnos por zonas donde quizás nos quedemos sin cobertura.
Si queres aprender a orientarte en el campo, también puedes acceder a nuestro artículo sobre orientación en la naturaleza, como complemento a este artículo.
Razones para ayudarnos a orientarnos con una brújula
Podemos encontrarnos con muchas situaciones en las que una brújula puede sernos de gran ayuda para orientarnos y salir delante de cualquier ruta o situación en la que estemos desorientados.
- Sin visibilidad: Durante la noche, una espesa niebla o al entrar en densos bosques. Estas situaciones pueden hacer difícil reconocer nuestra situación en el entorno y sin saber hacia dónde debemos ir.
- Entorno difícil de cruzar: Cuando encontramos algún elemento como una gran roca, un barranco, vegetación demasiado densa, terreno muy irregular,… cuando nos encontramos con problemas a la hora de continuar el camino y tenemos que rodear la zona, o esta nos obliga a cambiar muchas veces de dirección, etc. Pueden suponer un problema a la hora de retomar el rumbo hacia nuestro destino.
- Descuidos: ¿A quién no le ha pasado que se ha desviado sin darse cuenta del camino? En estas situaciones necesitamos orientarnos para volver al camino, o continuar de la forma más segura posible.
- Imprevistos: Se nos queda el móvil o nuestro GPS sin batería, se nos cae o moja y se estropea,… nunca se sabe. Lo que si tenemos claro, es que depender íntegramente de aparatos electrónicos puede suponernos un problema a causa de esta dependencia si hay algún tipo de fallo.

¿Qué es una brújula?
Básicamente es una aguja magnética que nos ayuda a localizar el Norte magnético. Y con ello, ayudarnos a ser conscientes de nuestra situación y orientación para continuar el camino u orientarnos mejor a través de un mapa.
Tipos de brújulas
- Brújula cartográfica: Contiene una base plana, que suele ser transparente, que incluye la aguja magnética. Esta brújula está pensada para ayudarnos a orientarnos con mapas y planos cartográficos de una forma sencilla y cómoda.
- Brújula lensática: Usadas mayormente por los ejércitos, tienen un diseño robusto, pero al mismo tiempo cómodo a la hora de usar.
- Brújula de espejo: Combinan las dos anteriores brújulas.
Partes de una brújula
Nosotros como referencia, vamos a tomar la brújula lensática (también llamada militar o de marcha). Esta se compone por un lado de la cápsula estanca, que contiene la aguja magnética y por otro la carcasa o soporte.

Usar una brújula lensática
Paso previo, estabilizar la aguja magnética
Esto es muy simple, tan solo hay que mantener la brújula en horizontal y evitar cualquier fricción o desnivelación. Esto puede hacer que la aguja no se mueva de forma libre.
Método 1 – Tirar la visual
Abrimos la brújula 180 grados y a continuación, sujetándola con las dos manos y apoyando los codos en los costados de nuestro cuerpo. Vamos girando nuestro cuerpo hasta que la línea de dirección se oriente hacia el lugar al que nos dirigimos.
Técnica rápida y fácil de realizar. Además, podemos ejecutarla sin complicaciones y sin importar ni el entorno, ni la situación donde estemos y aunque la visibilidad sea mala.
Método 2 – Técnica Facial
En esta ocasión, abrimos la brújula 90 grados y desplegaremos el soporte con lupa. La disposición de la lupa o lente, será la que nos suponga mayor comodidad de uso.
Sujetaremos la brújula con una mano, introduciendo el dedo pulgar por la anilla. Elevamos la brújula y nos la acercamos al rostro y nos giraremos en la dirección donde se encuentra el objetivo al que queremos ir.
Si observamos la brújula, la tapa tiene un hueco recorrido con un hilo y la parte de la lupa o lente, tiene otro hueco largo. Se trata de hacer coincidir los dos huecos en nuestra dirección visual, con el objetivo al que queremos ir.
De este modo, tendremos localizado nuestro objetivo, y si miramos a través de la lente, podremos ver con precisión los grados en la lupa.

Lectura de los grados y destino al que queremos ir, claves para usar una brújula
Una vez identifiquemos nuestro objetivo, y sepamos los grados a los que se encuentra, sabremos el rumbo que tendremos que seguir.
Si en algún momento, perdemos de vista el destino, por ejemplo, por la geografía o encontrarnos en un bosque. Bastará con sacar la brújula y situarla como se ha descrito anteriormente (recuerda, la mano pegada al cuerpo y somos nosotros quienes nos giramos, no solo la brújula). Giraremos el cuerpo hasta que la circunferencia de la brújula marque la línea de dirección de los grados marcados anteriormente. De este modo sabremos la dirección que seguir.
Ten en cuenta que este tipo de brújulas son efectivas si nos desplazamos usando referencias visuales con forme avanzamos. En caso de no disponer de estas, su combinación con un mapa sería lo correcto. En concreto, las brújulas cartográficas serían perfectas en este caso.
Y bueno, si quieres poner en práctica lo que hoy has aprendido, te recomendamos visitar Valdepeñas de Jaén y descubrirnos.